Memorias de un perro, escritas por su propia pata

Esta historia comienza en Santiago de Chile de 1893, con Rompecadenas, un perro cristiano, que termina sus días como ateo, tras haber vivido con frailes, entre otras andanzas. Tal y como señala, el propio cachupín, tarde o temprano, la muerte nos toca a todos, por lo que decide que es mejor gastar las energías que le quedan aferrándose a sus recuerdos.

Así, describe sus aventuras con una pluma llena de sarcasmo, cual Lazarillo de Tormes, recorriendo la ciudad, pasando de un amo a otro, exponiendo la ridiculez y la crueldad humana para con quienes como él, no pueden hablar. Tomar esta mirada desde lo marginal nos permite observar una sociedad, con vicios y costumbres, que no parece distar tanto de lo que vemos en nuestros días.

Esta novela gráfica está basada en el libro de Juan Rafael Allende, periodista y escritor nacional del siglo 19, que fuera publicada por entregas en el periódico por él creado, llamado “Poncio Pilato”. La adaptación fue realizada por Gonzalo Marín, en los textos, con las ilustraciones de Adrián Gouet, para la Editorial Letra Capital, que se destaca por tener un enfoque hacia lo patrimonial.

Lo que logran evocar las líneas sencillas y bien trazadas, es un Santiago aún rural, muchas veces pobre, en que “extrañamente” no existen políticas arquitectónicas ni sociales que se hagan cargo de las necesidades de la población, ni mucho menos de los quiltros que hasta el día de hoy son su emblema. Por otro lado, los diálogos transmiten la personalidad de personajes bien definidos, proponiendo con sarcasmo una revisión de quiénes somos como santiaguinos, y como seres humanos.

El relato se proyecta junto al desarrollo de la vida de Rompecadenas, quien a pesar de las dificultades que enfrenta, no abandona sus principios, exponiendo sus reflexiones sobre la relación de las personas hacia los perros, como individuos leales que nos observan, nos pueden llegar a entender, y que suelen tener bastante más sentido común que cualquiera.

Se puede decir que ese es precisamente el objetivo de este libro, ya que en sus comienzos, don Querubín, último dueño de este particular perro, quien le enseña a leer y a escribir, le dice: “Querido amigo, escriba usted sus memorias para que los hombres sepan que los perros piensan y sienten como ellos, y para que puedan alguna vez avergonzarse al saber que los miembros de la raza canina son más nobles y caballeros que muchos que, por andar en dos patas, se creen reyes de la creación.

No se puede más que recomendar esta magnífica historia, que atrapa, y es una delicia para los ojos. Obtuvo el 2016 el Premio Revista Lector, a mejor novela gráfica de ese año, siendo un rescate de una obra que fue llevada a cabo con cuidado y sensibilidad.

Lo pueden encontrar en Librería Prosa & Política, Librería del GAM y Galería Plop, con un precio alrededor de $12.000.


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